martes, 28 de febrero de 2012

Clase práctica (27/02/12)

Para comenzar decir que esta ha sido la primera sesión práctica que hemos realizado con los antifaces y me gustaría destacar algunas experiencias vividas durante la sesión.

Tras concluir con el calentamiento comenzamos a trabajar con los antifaces, la primera actividad consistía en que un miembro de la pareja se tenía que poner dicho objeto y su compañero lo debía de ir guiando a través del espacio del gimnasio a la vez que interactuaba con él, es decir, le daba vueltas,lo agachaba, lo levantaba, etc.

 Posteriormente fuimos añadiendo variantes donde ya podíamos cambiar a nuestros compañeros entre nosotros. Lo hicimos una vez cada uno y tras terminar pudimos destacar algunos aspectos. Personalmente durante la sesión al principio me había sentido un poco inseguro, pero a medida que ibamos a avanzando esa inseguridad iba desapareciendo y podiamos ser capaces de centrarnos en otras cosas, como por ejemplo el tacto de la persona que nos llevaba, el olor de cada uno de nuestos compañeros, etc. Pero por encima de todo lo que más me causó esta actividad fue relajamiento y libertad, durante su realización me sentía liberado, sin presiones, pero al concluir y quitarnos el antifaz, la sensación de relajación fue increíble.

Tras concluir con esta actividad el profesor Jorge nos propuso improvisar en el espacio del gimnasio con música, por supuesto con los antifaces puestos y las luz apagadas. La actividad consistía en que fueramos a ras del suelo improvisando con la música. Esta actividad también resultó muy interesante pues personalmente nunca había experimentado esta sensación de libertad con los ojos tapados. El simple hecho de que todos tus compañeros también tuvieran los ojos tapados como tú, la música, la ausencia de luz, te hacía desinhibirte y expresarte con tu cuerpo de la forma que quisieras al ritmo de la música, solo, interactuando con los demás compañeros...etc. Personalmente yo no me encontré con ningún compañero durante la realización de la actividad y para mí eso incluso creo que fue mejor, porque me hacía sentirme aislado de todo y parecía que era yo solo el que estaba en ese espacio expresando lo que en ese momento estaba sintiendo con mi cuerpo.

Para acabar con esta entrada me gustaría destacar que ha sido una experiencia muy buena y espero que podamos seguir repitiendo este tipo de actividades con el grupo que a su vez cada vez lo veo más junto y cohesionado. ¡Un saludo a todos!

 Saúl Cuenca Úbeda.

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